Un Madrid verde con búnkers

Muy buenas gente,

Ya empieza a inundarnos el buen tiempo, recién salimos de la Semana Santa y vamos de cabeza al puente de Mayo ¡Ni qué decir que ya todo el mundo debe estar planeando quedadas o encuentros! A continuación, voy a proponer algunos planes por Madrid. Por ejemplo, descubrir la Dehesa de la Villa (Metro Francos Rodríguez), la cual cuenta con un pequeño bosque y colinas repletas de pinares, corredores y ciclistas (es lo que tiene contar con un carril bici idóneo para entrenar subidas continuas).

Curiosidad histórica: Los terrenos de la Dehesa fueron donados por el rey Alfonso VII de León a la aún hoy Villa de Madrid, en 1152 (se dice pronto).

Otro plan podría ser adentrarse en la inmensidad de la Casa de Campo (Metros Lago, Batán y Casa Campo). Se trata de otro Real Sitio como el Retiro, cedido al pueblo de Madrid allá por 1931. Podéis navegar por el lago, conocer el Parque de Atracciones o el Recinto Ferial. Rodar pegados a la tapia que divide el parque de Somosaguas, por ejemplo, descubrir la Venta del Batán (escuela de toreo), la Ermita de San Pedro de Meaques (junto al Zoológico) o el Estanque Repartidor de agua con el que se regaba gran parte de las más de 1700 hectáreas que conforman este paraje castellano.

Os recomiendo que subáis hasta alguno de sus cerros para tener unas vistas excepcionales del skyline madrileño. En la imagen, podéis ver las eras, un lugar donde aventaban el grano que recogían tras las cosechas cuando ya estaba seco. Con lanzarlo al aire, se separaba la paja del grano. Hoy ya está industrializado, pero este rincón es parte de nuestra historia.

Vista de las eras de Casa de Campo

Para llegar a muchos sitios interesantes de este pulmón verde de la urbe madrileña, la mejor manera es seguir pistas ciclables de asfalto y tierra (incluso pasando junto a una zona de regeneración forestal y reserva ornitológica). Quizá lo desconozcáis pero la Casa de Campo cuenta con más especies protegidas que el Jardín Botánico y apenas lo cuidamos.

Panorámica de la dehesa de la Casa de Campo

La zona de Regeneración, vallada

Para los amantes de la historia bélica, que los hay, os animo a que busquéis búnkers, trincheras de la Guerra Civil Española, incluso la Pista del Generalísimo (una carretera de cemento construida durante la contienda por los presos republicanos para poder llevar armas, comida, ropa al frente de Ciudad Universitaria). Hoy apenas queda un pedazo con firmas de los obreros, sus pisadas, nuestra historia. Por algo es considera un parque histórico.

Prosigo con otro lugar a visitar, el Parque del Oeste, (Metros Moncloa, Príncipe Pío y Ciudad Universitaria). Se trata de un espacio verde, delimitado por la residencias universitarias, que cuenta con algunos de mis sitios favoritos como el Faro de Moncloa o el Templo de Debod. También podéis visitar su rosaleda o seguir una senda con varios búnkers del Bando Nacional de la Guerra Civil. Está visto que la historia nos rodea aunque no nos demos cuenta de ello.

Además, tiene un plus para los fines de semana. Cierran parte de sus calzadas y así todos podemos descender como locos (digo, con cuidado) hasta el Puente de los Franceses. Os dejo una instantánea de la Fuente de Juan de Villanueva, maravillosa, aunque no estuviese pensada para ocupar esta glorieta (junto al Teleférico) sino la rotonda de Príncipe Pío.

Fuente de Juan de Villanueva en el Parque del Oeste

A continuación, os presento el Jardín Botánico de Madrid, emplazado junto al Museo del Prado (Metro Estación del Arte – Atocha). El rey Carlos III tenía en idea que esta extensa arboleda que él hizo plantar allí hacia el año 1774 fuese un reclamo para atraer las ciencias y las artes. Se trata de un jardín coqueto (valga la redundancia) que esconde parterres, invernaderos, bonsáis y bonitos paseos.

La Cabeza despeinada

A orillas del Manzanares, al sur del Matadero, nos encontraremos con el Parque Lineal del Manzanares (Metro Doce de Octubre). Una coqueta arboleda que cuenta con olivares y demás árboles de ribera donde reinan dos pseudo-montes (uno con una cabeza ‘despeinada’, así lo llamo yo) desde los que se pueden capturar unas imágenes preciosas de Madrid.

También se puede seguir el curso del río Manzanares, con sus puentes y sus presillas actualmente abiertas para dejar que el agua fluya y sea una fuente de vida (como sucede río arriba por la zona de Madrid Río).

Panorámica desde la Cabeza

El siguiente punto en mi recorrido se halla pegado al IFEMA (el recinto donde se celebran casi todas las ferias en Madrid), es el Parque Juan Carlos I (Metro Feria de Madrid). Cuenta con un espacio descomunal, cierto que no hay tantas zonas verdes y que precisa de alguna sombra en días de bochorno.

Si os apetece visitarlo, os recomiendo que solicitéis unas bicis (es gratis, para más señas) en uno de los puntos de información que encontraréis en los accesos. Si tuviese que quedarme con algo, sería su inmensa estufa fría. Para los amantes de las plantas, como yo, ver tantas especies juntas en una misma superficie techada es un lujazo. Otras curiosidades que deberíais ver son el jardín de las tres culturas (árabe, cristiana y judía), el olivar o el gigantesco donut o rosquilla. Allí todo se hizo a gran escala, está visto.

El Jardín del Capricho (Metro El Capricho) se encuentra muy cerca del anterior y tiene mucho que ver con las Quintas de Madrid. Su construcción se remonta a finales del siglo XVIII, por expreso deseo de la duquesa de Osuna (mecenas de Goya).

Sus jardines románticos son muy llamativos y cuentan con palacetes interesantes (si no están en obras) como el Abejero, también esfinges al estilo egipcio, bustos romanos, un templete y hasta podréis ver a Cronos comiéndose a sus hijos (para deleite de los amantes de la mitología griega). Ciertamente, es un parque muy ecléctico en el que podéis adentraros en un laberinto o ver su casita de campo, la Casa de la Vieja.

Puede que no lo sepáis, pero ahora se puede visitar un búnker (sí, otro más para la lista) con un guía que os explicará sus secretos y curiosidades como que allí se rodaron escenas de varias películas (por ejemplo, una de Drácula). Y más que se podrían rodar aún hoy. Merece la pena dar con sus conductos de ventilación (algo escondidos, para que no les encontraran). Eso sí, si os animáis, procurad reservar con tiempo y llevad alguna chaquetilla, que hace fresco allá abajo (en las profundidades de la tierra).

Y como la entrada trata de espacios verdes y de fortificaciones, os dejo con una canción de mi fellow Ed Sheeran. Ya sea un búnker o un castillo, animaos a descubrir nuevas colinas.

‘We watched the sunset over the castle on the hill’

Disfrutemos de que Madrid es, pese a todo, una de las ciudades más verdes de Europa.

1B xoxo