In Search of Citizens’ Liberty!

‘Remember, remember!
The fifth of November,
The Gunpowder treason and plot;
I know of no reason
Why the Gunpowder treason
Should ever be forgot!’

Comienzo con el título de mi entrada en homenaje a la eterna obra filosófica del autor francés Marcel Proust (‘À la recherche du temps perdu’ o ‘En busca del tiempo perdido’) y con estas líneas que rememoran la conspiración de la pólvora (1605) orquestada por algunos provinciales para derrocar la Corona Británica (protestante), descontentos con sus medidas penales anticatólicas. Intentaron secuestrar a los infantes y, por lo que más se les recuerda, estuvieron cerca de destruir el Palacio de Westminster (hogar del icónico Big Ben). Desde aquí, os animo a que cuando la situación se calme visitéis Londres, sus callejuelas, parques y puentes sobre el río Támesis. It’s an amazing city!

Big Ben

Entre sus miembros se encontraba Guy Fawkes, de ahí que el 5 de Noviembre lleve su nombre, Guy Fawkes Night y se celebre la noche de las hogueras. Su tentativa de volar por los aires el Parlamento fue un fracaso, sí, pero hoy queda en la memoria colectiva su complot y sus ideales. De ahí que V tomase su rostro como ideal de la anarquía y que su máscara haya sido utilizada como símbolo por el grupo de hackers Anonymous.

V de Vendetta

Así lo plasmó Alan Moore en su novela gráfica, y la posterior película de 2006, ‘V for Vendetta’ (1982) que nos presenta un futuro distópico en el que un partido político ficticio llamado Norsefire (Fuego Nórdico) aniquiló a sus opositores en campos de concentración y sumió el país británico en un estado fascista policial.

En ocasiones, la realidad y la ficción apenas se distinguen. Por ejemplo, en estos días, vivimos confinados por el temor a un contagio, a un virus (y no, no es el virus zombie). Parece lejano aquel mes de febrero, el último mes ‘normal’ de este año. También ay campañas y enfrentamientos políticos por doquier: elecciones en Estados Unidos, discusiones en el Congreso, voceros y demás titulares.

Ante todo esto, un nuevo término que sumar al ya trillado coronavirus. Me refiero a la definición de fatiga pandémica. ¿Qué es? ¿Algo que se ha sacado de la chistera la OMS para crear hipocondríacos? Según ellos, el pasar un largo confinamiento, viendo que las cifras de contagiados, y fallecidos, vuelven a subir, y el hartazgo político por su falta de acción tienen como detonante manifestaciones y enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad. En resumen, la rebelión ante las normas.

Se dice que el gobierno ha de rendir cuentas ante el pueblo pero más bien parece que una vez cada 4 años se prometen medidas y acciones que luego no se cumplen con excusas (ya es así en todos los países, véase con el Brexit). Es el régimen democrático. Hoy día, existe un dilema político que enfrenta salud y economía (y no me refiero únicamente al cambio climático, sino al cierre de locales). Parece que solamente importa tomar decisiones con rédito político ante sus electorados. De continuar por estos derroteros, tendremos pandemia para rato.

Lo peor es que situaciones tan malas son el germen de los extremismos. Si no hay autoridad, reinará el libertinaje (diferente a la libertad que muchos enarbolan y que ya casi carece de sentido). Ojalá alguien hablara tan claro como el actor y cineasta británico Charles Chaplin en ‘The Great Dictator’ (1940), una gran sátira del nazismo cuando éste se extendía fruto del descontento social por la pobreza y la hambruna que vivían. Conocemos las consecuecias de la Segunda Guerra Mundial: campos de concentración, exterminio y destrucción.

Puede que no aprendamos de los errores del pasado, que haya más ataques terroristas en Europa, que demos más voz a botarates que juzgan y prometen mentiras en vez de escuchar a expertos con opiniones fundadas en la experiencia, en la ciencia, en la razón, etc. Kennedy o JFK se preguntaba qué podía hacer por su país. El nivel de la política actual ha caído en picado Lamentablemente, hoy todo va de atacar y defenestrar al rival. Como dice el refrán ‘perro ladrador, poco mordedor’ porque las ideas que hay son más bien pocas y trasnochadas.

De seguir en este clima de crispación, puede que broten más y más ideologías totalitarias como el ficticio Ingsoc o Socing (Socialismo Inglés) descrito por George Orwell en su novela ‘1984’ (publicada en 1949). Para algunos ese Gran Hermano (Big Brother) vigilante es sinónimo de seguridad, para otros es más bien privación de libertad.

Lo que hemos de preguntarnos es si acaso habría algún héroe que tuviese el valor de ser el ejemplo de la anarquía social contra el régimen y las mentiras políticas. Quizás sea una perorata difícil de comprender, pero el encierro es lo que tiene. Me despido con el final apoteósico de V con la bella Obertura 1812 del compositor ruso Tchaïkovsky de fondo.

V de Vendetta, Orwell, Chaplin… I’m in such a british mood today, isn’t it?

PD: Como sé que la política es un tema tabú, como la religión o el sexo para otros, he decidido aderezarlo con películas y libros. Y si alguien se siente ofendido con lo aquí escrito, I don’t care!

1B xoxo

A fresh summer in Bournemouth!

Good evening to everybody!

Hace un calor asfixiante últimamente por España (y estamos en Junio). Para este verano quizá hemos de pensar montar algún viaje a sitios menos tórridos… de ahí que mi mente se haya fugado a tierras británicas, recordando un verano en la fresca costa de Bournemouth.

The Bournemouth Pier

Como véis, tienen playa, muelle, hasta chiringuitos de fish and chips pero hubo algo a lo que me costó habituarme: ¡el agua del océano estaba heladísima!

Si no hacía día de playa, aún siendo verano había días en los que llovía o había niebla, podíamos dar un paseo por el centro, echar un vistazo a sus galerías, jugar en los arcades (tipo Pac-Man, Street Fighter, etc.), tomar un brunch en algún restaurante, jugar al minigolf o para saciar la curiosidad cultural de servidor, descubrir la tumba de Mary Shelley (la novelista gótica, autora de ‘Frankenstein’)… Parece algo lúgubre, I know!

Fue un verano completito, no siempre pasa frente a ti una corredora con la antorcha olímpica. Sí, fue en el verano de 2012 (Juegos Olímpicos de Londres). En mi estancia con los british llovió pero también tuvimos días de calor en los que nos animamos a hacer barbacoas en la playita, jugar al fútbol-playa, nadar unos largos en semejante mar o incluso, de noche, ir a ver los fireworks (fuegos artificiales) sentados en los puestos de los vigilantes de la playa.

Extraño esos paseítos por el Bournemouth Pier, un bello muelle con multitud de actividades de ocio, o ir en los buses de dos plantas y ver la carretera desde otra perspectiva (encima del conductor). Si ya choca que allí conduzcan por la izquierda…

Me despido, sentado (metafóricamente) en el muelle de mi memoria, cual Ottis Redding.

‘Sittin’ on the dock of the bay, wasting time!’

Thanks 4 everything, B’mouth!

1B xoxo

Comme un étranger dans un vrai casse-tête…

Bonsoir à toutes et à tous,

Me siento muy prolífico ahora mismo. Las ideas brotan de mi cabeza. Y como este blog es un pseudo-diario público, me dispongo a ponerlas por escrito. ¿De qué quiero hablaros hoy? Recientemente fui al cine con mis compañeros a ver el filme francés ‘Le casse-tête chinois’ (‘El rompecabezas chino’), de ahí viene el título del post.

Al ver el cartel de la película, me di cuenta de que me sonaba el reparto. Resulta que se trata de tercera parte de una saga, y los dos capítulos anteriores ya los había visto: ‘L’auberge espagnole’ (sería literalmente ‘El albergue español’ pero en el sentido metafórico del título es ‘Una casa de locos’) y ‘Les poupées russes’ (‘Las muñecas rusas’). Todas dirigidas por Cédric Klapisch entre 2002 y 2013. Os aviso de que puede haber spoilers.

Todavía recuerdo esa gran escena de la primera entrega que me cautivó, la que me hizo ser un fan y me demostró lo inseguro y lo sensible que uno puede llegar a ser. La escena de por sí es conmovedora (viendo al protagonista vagar en soledad junto a cientos de turistas) pero el discurso final te hace entender ese caos mental que todos tenemos.

‘Je me suis retrouvé dans les rues de Paris où les Parisiens vont jamais.
J’étais un étranger parmi les étrangers.
Pourquoi j’étais là? Je savais pas.
J’ai en général jamais su pourquoi j’étais là où j’étais…’

Que en castellano, si mi traducción no falla, querría decir:

‘Me encontraba por las calles de París adonde los parisinos nunca van.
Era un extranjero entre los extranjeros.
¿Por qué estaba allí? Lo desconocía.
En general, nunca he sabido por qué estaba allí donde estaba…’

Es bastante melancólico, la verdad. Se podría decir que a veces, tras una experiencia tan diferente como ser erasmus, regresas a tu hogar y te sientes fuera de lugar, diferente.

La segunda película de la saga retoma la historia al final de la primera. Si la primera se sucede en un pisito de universitarios en Barcelona, la siguiente se desarrolla a caballo entre París, Londres y la Madre Rusia. La tercera parte, ya con más de 10 años de distancia con la inicial tiene sus diferencias, todos son más mayores pero no por ello han madurado. La vida es un continuo aprendizaje y esta trilogía lo escenifica muy bien.

Os dejo aquí el tráiler de mi recomendación cinematográfica, repleta de giros filosóficos y encima pudiendo ver (une autre fois!) a Audrey Tautou, Cécile de France o Kelly Reilly junto a Romain Duris. Por si fuera poco, la banda sonora de las tres películas son de Kraked Unit, una banda francesa que realizan mix alucinantes con melodías de DJ o ritmos callejeros que te sumergen en la trama. Podéis haceros una pequeña idea con la música de fondo en este vídeo.

Continuamente vivimos situaciones que pueden parecernos embrollos y demás sorpresas. Quizás en el futuro me mude a Chinatown, en Nueva York (como Xavier). Who knows!

1B xoxo

This is Sherlocked time!

Hello everyone,

Desde la fría Borgoña os escribo por el ciberespacio, dedicando esta entrada al detective más famoso del mundo, Sherlock Holmes. ¿Y por qué? Bueno, sinceramente, siempre fui un fan de las novelas de misterio de sir Arthur Conan Doyle. El motivo de que lo saque ahora en mi blog es que he tenido tiempo para ver la 3ª temporada de ‘Sherlock’, protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman.

Me han encantado sus giros en la trama y su ambientación contemporánea no desmerece a la narrativa de antaño. A veces, los cambios son positivos, como la desaparición de la clásica pipa de fumar por los parches de nicotina. El único pero que le veo a esta obra maestra de la televisión es lo pronto que llega y lo rápido que se acaba. No da tiempo a apreciarlo detenidamente, es un atracón seriéfilo (por así llamarlo).

¡Qué de recuerdos al ver la serie! Rápidamente me vienen a la cabeza retazos de las novelas o escenas por las callejuelas londinenses. Sinceramente, no hay mejor lugar para sentirse como un personaje en la historia que visitando la casa-museo de 221B Baker Street (Londres). Allí puedes sentir el ambiente victoriano en sus muebles, pasear por sus dependencias, etc. Y a la salida tiene, cómo no, una tienda de recuerdos. Si hasta se respeta el restaurante o casa de comidas de la casera de Sherlock y Watson, la señora Hudson.

Hudson’s Restaurant

Muchos han llegado a creer que tras esa novela se esconde un amor oculto entre sus protagonistas que deriva en una inter-dependencia (también se ha hablado mucho de la drogadicción, en la época de Conan Doyle se daba mucho el uso del opio). Yo me decanto por una misteriosa amistad, que cada uno vea lo que quiera. Es lo bueno del método deductivo.

Looking forward to watching the fourth season,

1B xoxo