La Gran Vía, una calle de cine

Hola caracola,

Seguimos de cuarentena, en casa, y este confinamiento aún no tiene fecha final. Por eso, dado que no puedo salir a deambular por las calles madrileñas como antes hacía, voy a viajar mentalmente a un lugar madrileño emblemático donde los haya. Me refiero a la Gran Vía.

Instantánea de la Gran Vía

La Gran Vía tiene su leyenda, por así decirlo. Para su construcción (a principios del siglo XX) se tuvieron que despejar las barriadas y modificar las fachadas de los edificios que daban a la nueva calle. Hablar de los orígenes de esta rúe es hablar de la Red de San Luis, que era el modo de bajar al metro en la calle Montera (esto ya ha desaparecido aunque se están realizando obras para recuperarlo con otra estructura similar). Si os gusta la historia, también deberíais saber que antes de recibir su nombre actual fue conocida como la calle Eduardo Dato, el Bulevar, la avenida de Pi y Margall o la calle del Conde de Peñalver.

Esta arteria urbana es también conocida como el Broadway madrileño por la cantidad de cines, teatros y de espectáculos que allí se dan. Quizás también por su importancia cinematográfica, ¿quién no recuerda a Santiago Segura colgado del cartel luminoso de Schweppes en el Edificio Carrión? O quizás más relacionado con nuestra situación actual ¿quién recuerda a Eduardo Noriega caminar por una desierta Gran Vía? Entonces era impensable, hoy es posible.

Múltiples eventos se celebran en esta avenida: manifestaciones políticas, celebraciones culturales o deportivas, etc. Es el símbolo de la metrópoli madrileña (con más de 100 años).

La arquitectura de los edificios, sus azoteas, cúpulas, fachadas, etc. son parte de nuestra cultura. Véase el edificio Telefónica del que ya os he hablado en otras ocasiones, el Edificio Metrópolis y el Grassi (el de Rolex) o su final en la Plaza de España con el Edificio España (rehabilitado al fin, parecía un cuento de nunca acabar) y la Torre de Madrid. También tenemos rascacielos, viva el skyline madrileño.

Se puede decir que su trazado fue doblemente rompedor, por acabar con la historia del centro madrileño y por sus ansias de conquistar el cielo. Sus obras comenzaron en 1910 y casi se toparon con la Guerra Civil Española. Su trazado se llevó a cabo en tres etapas: la primera desde su unión con la calle Alcalá hasta Montera (la Red de San Luis), la segunda desde este punto hasta la plaza del Callao y por último el descenso por la Gran Vía de los musicales hasta Princesa. Cabe añadir que su imagen fue renovada hace pocos años con nuevas aceras más anchas y más bancos, con el retorno de los árboles y con la instalación de nuevos semáforos.

Últimamente pienso en lo lindo que ha de ser pasear de noche por esta calle tan llena de vida de noche con el buen tiempo que nos acompaña. Ya sea yendo de fiesta o un paseíto. Lamentablemente nos toca esperar. Mientras tanto, me despido con esta canción de Celtas Cortos (como es normal siendo 20 de Abril) cuya versión está dedicada a la inmensa labor que se lleva a cabo frente a este fatídico virus.

‘Pues es que estaba aquí solo,
me había puesto a recordar,
me entró la melancolía
y te tenía que hablar.’

Pronto volveremos a llenar las calles. Seguro.

1B xoxo