How to become a Proficiency

Happy new year, people!

Comienza un nuevo año. Para muchos esto es sinónimo de preparar una lista con los buenos propósitos como viajar más a menudo, empezar a ir al gimnasio y seguir una dieta para perder peso o incluso apuntarse a una academia para mejorar su inglés, for example.

Algunos afortunados ya gozan de una base ya sea por las clases del colegio, del instituto o por ver películas y series en versión original. Eso ayuda, por ejemplo, viendo repeticiones de programas antiguos (guiño a la infancia jeje) como con la academia televisiva ‘Sesame Street English’ (Barrio Sésamo) o con contenidos en inglés parecidos al método Vaughan.

Señal de Barrio Sésamo en Shanghái

Vuestro background (origen) puede variar del de otros así como vuestra meta u objetivo. Algunos querrán mejorar su conocimiento de la lengua inglesa o bien sacarse un título (y poner dicho diploma en su CV o currículum). Si es lo segundo, os puedo dar alguna información, pues hace unos años me preparé para obtener esta preciada certificación.

Luckily, lo conseguí y pasé el Proficiency (C2 del examen de Cambridge). Se trata del máximo nivel, como podréis observar en las escalas anteriores en comparativa con otros tests multinivel (véase el IELTS o International English Language Testing System). Algunos dirán que es como ser bilingüe, otros piensan que los únicos que pueden serlo verdaderamente son los nativos. Lamentablemente, la gente opina hasta sin saber de qué habla.

El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER) mide el nivel de competencia lingüística y se divide en 6 subniveles. A1 y A2 en el nivel de usuario básico; B1 y B2 en el punto intermedio (cuando ya se tienen ciertos conocimientos algo avanzados, pudiendo comprender textos algo complejos); C1 y C2 en el estadio del usuario competente (C1 sería para alguien que puede expresarse de manera fluida y espontánea, el C2 implica que esta persona tiene una mayor fluidez y distingue los matices con precisión).

Para lograr ese nivel de maestría, hay que sacar una puntuación media de entre 200 y 230 puntos entre todas sus partes. Comprensión y expresión escritas así como orales…

Comprensión escrita: Reading y Use of English – Mi recomendación aquí es que leáis todo lo que podáis (noticias, libros, entrevistas, etc.), que mejoréis vuestro vocabulario incluso utilizando el thesaurus o diccionario. Tomad nota de las palabras que y expresiones que os llamaron la atención y probad a emplearlas sin que suene forzado. Phrasal verbs o idioms son puntos importantes a trabajar. Para dar el máximo, hay que entender la organización de los textos con facilidad. La literatura ayuda muchísimo.

Expresión escrita: Writing – En esta parte hay dos textos que escribir. El primero, un ensayo (essay) en que recoger ideas y puntos clave de los dos textos que que hicieron leer. El segundo ejercicio se da a elegir entre varios temas y tipos de texto: puede que toque escribir una carta de recomendación, una crítica (review) de un libro que has leído o un artículo científico.

Comprensión oral: Listening – Atención con los audios, puede que sean similares entre ellos y jueguen con palabras parecidas para confundir. Los acentos (por ejemplo: inglés británico, irlandés, australiano, americano o neozelandés) y pronunciaciones son cosas que hay que trabajar. Como consejo, os animo a que escuchéis entrevistas de televisión o radio, podcasts de distintos temas (economía, historia, deportes, etc.)

Expresión oral: Speaking – Las otras tres partes se pueden ensayar con exámenes de prueba, pero este apartado se podría resumir en poder mantener una conversación con otro candidato sobre los temas propuestos por el examinador (comparando fotografías, intercambiando ideas y negociando una respuesta entre ambos). Es importante hablar y saber dejar clara tu opinión pero también escuchar al compañero y expresar qué opinas de lo que éste sugiere. Os dejo el siguiente vídeo de youtube para que os ayude.

Ahora únicamente queda aplicarse y esforzarse en el dominio de la lengua de Shakespeare. Carry on!  Disfrutad de vuestro día a día y de esta rutina académica. Es probable que os aburra tanta rutina, si es así daos un break con una canción como la siguiente y sentíos como en un karaoke. ¿Hablo por experiencia propia? It’s a secret I’ll never tell!

I’m never gonna dance again.
Guilty feet have got no rhythm
.
Though it’s easy to pretend,
I know you’re not a fool

Good luck, folks!

1B xoxo

La importancia de levantarse tras una caída

Muy buenas,

Estoy de retorno, de nuevo, sí.

Tras un 2021 pleno de incertidumbre… con más oleadas de COVID, con la toma al Capitolio en el corazón de los Estados Unidos, con la nevada histórica de Filomena, con la amenaza de desabastecimiento mundial, con los precios de la luz por las nubes, con el regreso al poder los talibanes en Afganistán y hasta con un volcán en erupción en La Palma. Ni el mejor guionista habría predicho un año tan convulso.

La borrasca Filomena

¿Quién habría imaginado tener pruebas de detección para un virus pandémico en casa como si de un predictor de embarazo se tratara? Son cosas que ves en una película de ciencia ficción pero hasta que no las vives en primera persona, no te las terminas de creer. También he descubierto, gratamente he de puntualizar, la resistencia humana frente a tantos obstáculos.

Pruebas de detección COVID

Ha sido un año inesperado, lo reconozco. Bien podría quedarme con la parte negativa, con la destrucción, las vidas perdidas o la pobreza que se multiplica por doquier pero prefiero centrarme en la solidaridad y pensar que en estos momentos de dificultad hay gente que tiende la mano como buenamente puede (por ejemplo, ofreciendo su casa a quienes la perdieron, dando de comer en bancos de alimentos, perdonando el alquiler a quienes se quedaron sin empleo o luchando contra estas oleadas de contagios). El filósofo y pedagogo francés Jean-Jacques Rousseau ya defendió en sus estudios la teoría de la bondad humana.

‘La nature fait l’homme heureux et bon (…),
la société le déprave et le rend misérable..’

‘La naturaleza hace al hombre feliz y bueno (…),
la sociedad le corrompe y le vuelve miserable.’

En resumen, todo ser humano es bondadoso. La diferencia reside en si se permite que la vida te haga infeliz, envidioso, etc. Metafóricamente hablando, se podría decir que la vida es como un viaje en una barca. La mar suele estar tranquila pero, en ocasiones, el oleaje puede darte un vuelco. Lo importante en ese momento es recuperarte y volver a levantarte. Una mar bravía nos vuelve más fuertes, más resilientes. Somos humanos, erramos pero siempre podemos aprender. Parafraseando al gran dramaturgo irlandés Samuel Beckett, la vida es un viaje repleto de complicaciones. Su premisa es la siguiente:

‘Essayer. Rater. Essayer encore. Rater encore. Rater mieux.’

‘Intentar. Fallar. Seguir intentándolo. Seguir fallando. Fallar mejor.’

La vida nos presentará caminos plagados de obstáculos. Aún recuerdo la frase de la película ‘Batman Begins’: ‘Why do we fall? So we can learn to pick ourselves up!’ (en castellano quiere decir algo así como que nos caemos para aprender a levantarnos). Sí, soy un poco friki, I know it!

Es inevitable tropezarse, a veces incluso nos caeremos, entonces sólo nos quedará levantarnos (como dice la canción de Andra Day, versionada por esta coral de enfermer@s de Nueva York). Para mí, los sanitarios son los héroes de esta maldita pandemia. Gracias por vuestro esfuerzo.

‘I’ll rise up
Rise like the day
I’ll rise up
In spite of the ache
I will rise a thousand times again’

Si no lo intentas, nunca lo conseguirás. El no ya lo tenemos, ahora ¡a por todas este 2022!

1B xoxo

What a beerful Guinness experience in Madrid!

Good morning everyone!

Como algunos ya sabrán, me encanta empaparme de tradiciones extranjeras (véase, cuando hice Acción de Gracias o Thanksgiving). Pues ayer mismo, tuve la ocasión de sumergirme en la cultura irlandesa gracias a un evento que se está celebrando en Madrid por cortesía de la cerveza Guinness (sí, esa cerveza oscura que suelen servir en un vaso grande).

Estoy agradecido por haber podido conocer su historia (sin necesidad de visitar la Guinness Storehouse de Dublín). Ha sido una gran iniciativa para darse a conocer con actividades varias como aprender a tirar correctamente la pinta. Incluso te dan un diplomita que corrobora tu aprendizaje. Tiene su ciencia, la cerveza tiene que caer exactamente en el arpa del vaso (es como escanciar la sidra, mejor no hacerlo mal).

Desconocía sus ingredientes, soy un néofito… como la levadura, el lúpulo, la cebada o el agua de los ríos irlandeses. ¡Todo esto para dar forma a una cerveza legendaria! Quizás no lo sepáis pero su origen se remonta a un contrato de arrendamiento por 9000 años firmado en 1759 (queda para rato). Nos llegaron a enseñar una copia de dicho documento con la firma de su fundador, Arthur Guinness.

También aprendí que cuentan con numerosas acciones filantrópicas a partir de la Fundación Guinness o que esta empresa da nombre al famosísimo libro de los récords. Eso sí que es publicidad, que se lo digan a Michelin.

Y si uno se aburre, siempre puede admirar las vistas de Dublín y sentirse como si estuviera en un pub escuchando folk irlandés con una buena pinta en la mano.

Panorámica desde el Gravity Bar de Dublín

Lamentablemente, este evento no estará por mucho tiempo. Me lo pasé genial, de veras, y como premio me vine a casa con un vaso original de Guinness en el que grabaron mi nombre. Man, I love beer! Por suerte, esta publicación no hay sido fruto de mi imaginación. Siento llevar la contraria a The Cranberries.

‘It was just my imagination!’

Brindando con mi pinta de cerveza por Eire, me despido… ‘Sloncha!’

1B xoxo

Shakespeare & Co., la librairie du passé

Salut mes amis!

Esta entrada la pienso dedicar a la literatura, parte fundamental en mi carrera. Imposible negarlo, me gusta leer. Así pues, os voy a presentar uno de los lugares con más encanto que conozco para los amantes de los libros: la librería Shakespeare and Company.

Alguno estará pensando dónde se encuentra, pues en Paris, a pocos metros de la Cathédrale de Notre-Dame. Puede pasar desapercibida (está oculta a plena vista), entre cafés y restaurantes gourmet. Yo, que suelo ubicarme sin problemas con un mapa, no sabía cómo encontrarla. Al fin lo logré y descubrí por qué era una parada importantísima en mi viaje. Y así se ha convertido en otro de mis rincones parisinos favoritos.

Al entrar. te ves rodeado de multitud de estantería a rebosar, con habitaciones desordenadas pero con encanto. Para que os hagáis una idea, parecía la tienda de varias de Ollivanders (sí, soy fan de Harry Potter, de sus libros y películas). Subir por sus antiguas escaleras algo destartaladas te daba la sensación de lugar histórico o de que muchísima gente debería haber transitado por esas salas. Ya en la planta de arriba, os recomiendo que cojáis sitio en el alféizar y que os pongáis a leer (o admirar) las vistas de la Seine. Reconozco que esta ventana suele estar ocupada pues la gente sabe que es un lugar con mucho encanto.

Entre otras curiosidades de esta librería, cabría mencionar que ésta no es la primera Shakespeare & Co. La original se encontraba en la rue de l’Odéon y allí se reunían miembros de the Lost Generation, como Francis Scott Fitzgerald, autor de ‘El Gran Gatsby’ (‘The Great Gatsby’) o Ernest Hemingway, escritor y periodista bélico que vivió la Guerra Civil Española (ejemplo de ello es su novela ‘Por quién doblan las campanas’, ‘For Whom the Bell Tolls’ en inglés, que relata la vida del frente republicano en la Sierra de Madrid). ¿Por qué se les llamaba la Generación perdida? Porque se trataba de varios artistas (músicos, escritores, pintores) que entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión de 1929 decidieron vivir en Europa, en este caso bebiendo de la vida parisina para su inspiración.

Más leyendas que podrían contar las paredes de su emplazamiento original serían las dificultades de James Joyce para publicar su tan criticado ‘Ulises’ (por sus escenas eróticas) o las penurias a las que tuvieron que hacer frente para aguantar durante la Segunda Guerra Mundial. Este espacio literario fue el bastión mundial de la cultura durante décadas. Ahora quedan los retazos de los que una vez fue. Esa gloria pasada que sigue latente en su interior.

París tiene historias para hartar, ya os hablé de varias como el Pont Alexandre III, la Tour Eiffel. o el barrio de Montmartre. Ahora tocaba un capítulo diferente. Me despido con el vídeo inicial de la película de Woody Allen, ‘Medianoche en París’ o ‘Midnight in Paris’, con sus viajes en el tiempo que nos ayudan a imaginar ese París tan literario ¡Qué bien actúa Owen Wilson junto a la bellísima Marion Cotillard!

Si lo deseáis, podéis lanzar una moneda en el pozo de los deseos que hay frente a la librería.

¿Se nota que amo París?

1B xoxo